Guadalupe Gorosito: interpretación millenial del arte renacentista

Guadalupe tiene 21 años, es escritora, estudiante de sociología, y creadora de Armo Cosas (@armocosas), una página de Instagram destinada la interpretación millenial del arte renacentista. Milita la idea de desmitificar las obras clásicas para convertirlas en un material accesible al alcance de todo el mundo y busca ayudar a quienes desde el anonimato se  expresan a través de la literatura.

María Jesus: Hoy se habla mucho de “el arte de los nuevos medios”, que vendría a ser está heterogeneidad generada entre  las nuevas tecnologías y determinada reflexión estética. ¿Cómo crees que impacta esta nueva forma creativa, tanto en las formas de difusión como de consumo o recepción  de ese material creativo?

Guadalupe: Yo creo que con la evolución de la tecnología sobre todo se amplió mucho la noción y el concepto de arte. Si bien no es un concepto duro, es más bien abstracto, creo que se puso mucho en jaque eso de ¿qué es arte?¿cómo se produce el arte?¿que necesita para ser arte?

Este avance incorporó un montón de herramientas digitales y mecánicas para la producción y para la difusión del arte que creo que es importantísimo, porque no reemplazan a las viejas herramientas sino que al contrario las complementa y en muchos casos las potencia.

 Hoy basta con tener acceso a internet para conectarse con el mundo. Celebro toda instancia de acercamiento a la producción y al consumo de arte. Sin embargo, creo que también hay una línea muy delgada ya que internet tiende a convertir todo en un objeto de consumo. Es peligroso que el arte tienda a ser un objeto de consumo más y que  los artistas estén más cerca de ser productores de consumo más que de contenido.

MJ: En este sentido también, me hace pensar que si bien tus imágenes tienen un gran componente millenial, está muy presente la utilización del arte clásico o renacentista ¿Que te llevó a crear esta fusión?

G: Desde que tengo uso de memoria consumo arte en todas sus formas. Me interesaba interpretar historias de un otrx y verme reflejada en eso, pensar que las pinturas, si bien son muy antiguas, reflejan sentimientos que alguien quiso transmitir hace siglos.

Lo más interesante, es la emoción que transmiten, lo cual me parece increíble porque son las mismas que nos atraviesan y nos han atravesado a través del tiempo, es un poco lo que nos hace humanos. Es súper interesante leer esa pintura hecha hace siglos con la mente de hoy, verme reflejada en eso y descubrir que un montón de gente también se ve reflejada ahí.

A veces pienso que las pinturas hablan por mi o dicen cosas que yo no soy capaz de expresar.s un viaje resignificar todo eso que se considera antiguo u obsoleto y acercarlo a nuestra realidad, a las redes sociales.

MJ: Me comentabas la idea de quitarle al arte la etiqueta elitista y aristocrática que se le ha atribuido históricamente, de llevarlo alcance de todxs. ¿Qué tan importante es para vos y de qué formas crees que podemos aportar a que el arte sea más accesible?

G: Creo que el sólo hecho de  que pase por  internet, facilita el acceso a cualquier persona desde cualquier parte del mundo.Y que con las redes sociales, nació un pluralidad de voces, de ideas, de talentos, de formas de expresarse que está buenísimo escucharlas y que tengan un espacio. En esa acción tan simple el arte dejó de ser algo académico, o que requiere de dinero y pasó a ser más una herramienta de expresión popular. Creo que hoy todos somos artistas o podemos hacer arte, entendiendo el arte como cualquier cosa que transmita y conmueva a un otrx. Lo más importante de eso es tomar y apropiarnos de un espacio que desde siempre se nos dijo que no nos pertenecía  por jóvenes, por incultos, por no estar suficientemente formados, por pertenecer a una vida obrera.

MJ: Hace un tiempo hiciste un descargo en Armo cosas sobre cómo sentiste que lxs lectores se adueñaron del contenido y entonces empezaste a auto limitarte en algún sentido, ¿Para vos las redes generan esta falsa idea de libertad?

G: Si totalmente, adhiero a esta idea de la falsa libertad. Creo que las redes sociales hacen entrar en conflicto nuestra identidad. Cada vez los límites entre la realidad virtual y la material son más difusos, sobre todo  en este contexto de aislamiento social.

Nos hace pensar, ¿Soy lo que yo percibo que soy o lo que el resto percibe que soy? Es muy fina la línea entre producir para  unx y producir para otrxs, dejar de ser lo que unx es para pasar a ser lo que al resto le parece que tengo que ser.

En mi particularmente representó un conflicto muy grande, de pronto me vi diciendo “esto no soy yo”,no me representa. Me vi a mi misma como un títere de las personas que me seguían y no por esas personas, sino por las cantidad  de alcance que generaba cada publicación.

En las redes el juicio de valor externo está muy presente todo el tiempo, estamos siendo evaluadxs, permanentemente con un me gusta o no me gusta.

MJ: Leí también que publicaste sobre la dificultad de entender que cada follower y cada like significa una aprobación de una persona que piensa/siente de determinada manera. ¿Cómo te impacta haber encontrado en una cuenta de Instagram un grupo de personas que se conmueven y se representan con ideas que capaz pensaste mientras te estabas bañando?

G: Sí es un flash, como decía antes hoy la cantidad de followers es un indicador de tu popularidad o de tu alcance. Actualmente tengo 30k y cada vez que me detengo a pensar que son 30 mil personas que tienen su vida, su realidad y que sin embargo eligió hacerme parte del contenido que consume a diario es muy loco.

Desde mi adolescencia yo publico cosas que escribo y esta es la primera vez que eso tiene una llegada masiva, para mi fue todo un proceso entender que había gente interesada en lo que yo estaba haciendo, es impresionante.

MJ: Quizás en este sentido pasa lo mismo que decías antes respecto a las artes plásticas o visuales se refleja hoy también en la escritura. Anteriormente se necesitaba tener acceso a determinados instrumentos, hoy cualquiera que posea  un dispositivo digital, puede hacerlo. Se eliminó la necesidad de buscar obligatoriamente una editorial que quiera exhibir lo que haces. ¿Cómo lo vivís eso?

G:Totalmente, sobre todo tiene que ver con que hoy se le da más espacio en las redes a poetas, escritores, artistas en general del que se les dio en tiempos anteriores. Se corresponde con la realidad en la que todxs nos encontramos, ante la incertidumbre y la angustia, surge la necesidad de encontrar personas o espacios en lxs que sentirnos representadxs.

MJ: ¿Fue eso lo que te llevó a crear «El sonido del silencio»?¿Qué crees que permite ese anonimato?

G: “Armo cosas”, la página, dejó de ser algo anónimo hace muy poco. Antes no se conocía mi identidad, solo era alguien que posteaba cosas. Era para mi un lugar para poder expresarme desde el anonimato, se volvió en algún punto una coraza donde protegerse de las críticas y de las expectativas externas. Fue de ahí que surgió la idea de crear “El sonido del silencio”, poder compartir la posibilidad de que otra gente también tenga un espacio donde poder expresarse sin ser juzgadx, es ese anonimato el que nos permite comunicar lo que realmente sentimos.

Con sólo 21 años, Guadalupe arma – y desarma – piezas de arte que convierte en poesía instagramera, demostrando una capacidad atrapante de resignificación del arte clásico. Buscando reinventar los preceptos de la actividad artística, la joven creadora es sin duda una artista para no perderse de vista.

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