OF Studio: espacios con vida propia

Valentina Cerrone y Sebastián Andía son arquitectxs de Mendoza  que en Londres llevan adelante OF. STUDIO, un espacio donde la creatividad fluye en todas las direcciones. Realizaron un máster en la Architectural Association School of Architecture y trabajaron para el estudio de Zaha Hadid en la capital británica. En el marco de la presentación de «Of.Abstract Nature collection» en Micropunto, dialogamos con ellxs sobre lo que significa hacer arquitectura hoy, su democratización, la construcción de espacios para ser apropiados y el compromiso con el concepto.

Sofía: ¿Qué significa para ustedes hacer arquitectura hoy? Considerando este universo digital, y el bombardeo de imágenes que tenemos todo el tiempo. ¿Cómo han variado las necesidades de la arquitectura?

Sebastián: El estudio que hemos creado, OF Studio, lo vemos como una plataforma para desarrollar proyectos que sean relevantes para el mundo contemporáneo. Para esto, consideramos tres aristas:  la parte cultural-social, la parte tecnológica y  la parte sensorial. Trabajamos a través de estos ejes.

Valentina: Trabajamos con diseño digital pero eso no significa dejar de tener en cuenta a la persona, el usuario y el impacto que va a tener a nivel social cualquiera de las obras a cualquier escala. Ya sea diseño de producto o de un master plan. Siempre con la conciencia de que va a tener un impacto en la gente después, en el usuario, en cómo lo vas a habitar, cómo lo vas a vivir, cómo lo vas a usar. 

Sebastián: Nos parece fundamental como estudio contemporáneo trabajar con las herramientas que existen, tanto tecnológicas proyectuales, como tecnológicas constructivas. Para mi ser contemporáneo significa trabajar con lo que está sucediendo en el momento.

Sofía: Su arquitectura busca estar comprometida a un contexto, a su tecnología, a su naturaleza y a su cultura. Ephemeral Station es un gran ejemplo de observar los problemas de las ciudades y pensar estructuras arquitectónicas para resolverlos, lo cual incluye una distribución espacial que contemple la naturaleza. ¿Cómo viven el proceso creativo al momento de enfrentarse a un nuevo proyecto? ¿De qué modo se interiorizan en su contexto, y en ese sujeto individual o colectivo que vaya a habitar el espacio?

Sebastián: No nos consideramos un estudio de arquitectura, a pesar de que es el canal más importante que tenemos y es nuestro background. Creemos que son importantes un montón de disciplinas más: la parte artística, sensorial, de imágenes, las narrativas.

Valentina: No vemos cada proyecto como un elemento aislado, sino que intentamos cruzarlo por todas las disciplinas, ver el aporte que va hacer a ese lugar específico. Por ejemplo, en el momento de hacer una silla: más allá de la funcionalidad de la misma, la vemos como  la oportunidad de tener un elemento de arte que se pueda usar en tu casa. No es solamente contemplativo sino que la gente va a elegir cómo usarlo, va a tener un feedback de esa situación, va a hacerlo parte de un entorno nuevo. Entonces, a la hora de hacer un aporte a una ciudad de un espacio urbano-público, que va a tener en cuenta su contexto y los materiales que hay, a la escala de una silla pasa exactamente lo mismo. En todos los proyectos, cualquiera sea su escala, mantenemos todos los ingredientes que nos resultan relevantes.

Sebastián: Ephemeral Station es un objeto que genera un espacio arquitectónico, o un espacio que contiene a una comunidad, pero es a la vez un objeto que tiene un movimiento, una vida, una sensación que también transmite otro tipo de relaciones con el objeto y que a la vez genera un espacio. En ese caso en particular, esa es la idea, la comunicación.

Ephemeral Station por OF. Studio

Tratamos de encontrar en cada proyecto los puntos principales que creemos  fundamentales para que  sea coherente y exitoso, teniendo en cuenta nuestros pilares de cultura, sociedad, tecnología y percepción sensorial.  Las herramientas digitales juegan un rol principal en la parte de gestación conceptual, al nivel de generar ideas, conceptos, también a nivel analítico de diseño, y a nivel colectivo de colaboración. Porque básicamente realizamos plataformas de trabajo en conjunto entonces podemos compartir información, analizarla, revisarla y mejorarla, extrapolarla o definirla. 

Valentina: Tenemos un core central, y en cada proyecto tenemos consultorías, colaboraciones con gente específica para ese proyecto en particular. No es un equipo fijo que tiene todo. Realizamos para cada proyecto consultorías específicas de tipo local principalmente, con profesionales que puedan estar en los lugares en los que vamos a desarrollar el proyecto y conocer en profundidad las particularidades de ese lugar a nivel sustentable por ejemplo. 

Sofía: ¿Cuál consideran que es la relación del modo en que habitamos estos espacios, estos proyectos o las sillas que presentan hoy con la construcción de nuestras identidades personales y colectivas? Imagino que el modo en que está diagramada una ciudad influye en algunos aspectos nuestros en general, ¿sus proyectos tienen alguna intención en cuanto a eso?

Valentina: Pongo un ejemplo para hacerlo más tangible quizá, en un proyecto que no era de nuestra cultura. Land Mark Proyect por ejemplo, una plaza pública con la cual ganamos una competencia en Dubai hace un par de años. Es un espacio público que se hizo para que la gente pasara más tiempo con una situación climática extrema. Entonces teníamos que buscarle la vuelta a un lugar que conocíamos pero que no era nuestra casa, y ver cómo lográbamos que la gente haga propio este lugar y lo relacione con su cultura o lo haga parte de su entorno, y que la gente pase tiempo en un espacio público donde hay mucho sol y se pasa poco tiempo afuera.

Planteamos un recorrido con diferentes situaciones de luz, de sombras, de muros que se van intercalando con espacios de agua que generan microclimas en distintos lugares. Buscamos plantear escenarios donde la gente encuentre la forma de usarlo . Y de esa forma no es como: “esto es así, se usa de esta forma determinada y vos tienes que vivirlo así”. Planteamos escenarios donde intentamos controlar situaciones de confort y posibilidades, pero en realidad quién va a terminar haciendo su uso es la persona. Creemos que cuando la gente tiene un rol más activo, va a hacer el espacio más propio de alguna forma.

Sebastián: La idea es generar un diálogo entre el objeto, el proyecto y la persona que lo está usando para que exista un intercambio de información. Asi, yo obtengo algo de ese objeto y a la vez también le doy algo, y lo mismo con los espacios. Nosotrxs seteamos ciertas ideas o conceptos que nos parecen importantes y de ahí en más buscamos  darle un poco de vida propia a eso y la vida que vos quieras generar con ese objeto o espacio propio. Que tengas la posibilidad de hacer a ese objeto o espacio propio y a la vez el objeto se pueda apropiar de vos de alguna manera. No proyectamos determinantemente. 

Valentina: El nicho, la obra arquitectónica, la instalación, el mobiliario o la escala que sea, van a exponerse en contextos y van a exponerse a estímulos determinados en donde se van a ver afectados en como el usuario, el tiempo y el paso del tiempo los vaya tratando. 

Sebastián: Por ejemplo, en la muestra que estamos haciendo hoy día en Micropunto, el objeto silla, como un camastrón o una silla de tela, de la manera en que está expuesto es para generar un poco la intención de ese diálogo. Si dejo un objeto puesto como una silla, vos decís que es una silla, pero si yo pongo el objeto desde otro punto de vista y en otra relación con el contexto inmediato de la exhibición, por lo menos te cuestionas, vas a hablar y vas a tener una relación con ese objeto. Y después podes tratar de volver a la silla pero ya no va a ser la misma relación que tenías con ese objeto al principio viéndolo solo como una silla. Por eso estos objetos para nosotros no son una silla, una escultura o un mueble, es un objeto para generar una relación con el usuario. 

Rind Chair, «Of.Abstract Nature collection»

Sofía: El texto de presentación de las sillas incluye la palabra intuición también. 

Sebastián: Esa parte es lo que no podes controlar. 

Valentina: No queremos controlarlo. 

Sofía: El año pasado una casa en una favela ganó el premio Building of The Year de Arch Daily, por ser un ejemplo de “innovación y alta calidad arquitectónica” a bajo costo. La posibilidad de hacer buena arquitectura con pocos recursos, sumada a una inquietud por el espacio que cada vez es más reducido en las grandes ciudades re-dirige algunas preguntas. ¿Es factible una democratización de la arquitectura? ¿Es posible que realmente la buena arquitectura llegue a muchas más personas? ¿Cuáles pueden ser las herramientas para que sea un bien más difundido en la población?

Sebastián: Yo creo que todos los arquitectos contemporáneos luchamos por la democratización de la arquitectura. Creo que ya hay una democratización, por ejemplo, en Mendoza un montón de gente tiene acceso a un profesional para que le diseñe una casa. Creo que la arquitectura desde sus comienzos como profesión hasta el día de hoy ya ha tenido un avance muy grande a nivel de acceso al conocimiento o al profesional.

Creo que la tecnología contemporánea ha generado una democratización muy grande a los países del primer mundo por una cuestión de acceso, al ser más económica. Para mí acá no pasa eso porque muchas veces la tecnología no es económica entonces genera a veces una distancia grande. Acá el contexto local ha generado un rechazo, lo cual me parece un error porque muchos de los procesos tecnológicos permiten pensar sistemáticamente ciertas cosas que ayudan a otro tipo de democratización. Se pueden repetir muchas cosas automáticas que se han dejado de lado y caducan sobre métodos tradicionales de construcción por ejemplo. 

Valentina: Para poder hacer cosas innovadoras acá hemos tenido que demostrar que si se pueden hacer, que no te salen más caras. Es un ejercicio constante de convencer a muchas partes del eslabón, ya sea al cliente, a la mano de obra, de usar quizá métodos constructivos tradicionales pero re-interpretarlos usando exactamente los mismos materiales y racionalizarlos de forma tal que se pueda hacer de otra forma y no signifique otro gasto, etc. pero es un ejercicio constante en realidad. Aceptamos el desafío, hay una situación de contexto en donde le buscamos la vuelta para que pueda ser contemporáneo de todas formas pero siempre tenemos que adaptar. 

Sebastián: Eso que decíamos de contexto también, si a vos te toca hacer una casa en una favela tenes que ser coherente con lo que podes hacer en una favela, con la tecnología que tienen y los recursos. Todo eso me parece fundamental. Si vas a hacer un proyecto en Dubai, tenes que hacer un proyecto coherente con lo que para ellos es bueno. Pero eso no quiere decir, que es por lo que nosotros luchamos, que se tenga que perder una expresión o una riqueza formal, estética, de diseño por una idea de simplificación o economía que no lo es, y que esa economía a veces lo que hace es que el espacio, objeto o proyecto no aporte nada al contexto inmediato y genere algo muy banal. En Mendoza cuando yo era joven y salían discos tenían una leyenda que decía “disco es cultura”. Y hacer arquitectura, arte o gráfica es hacer cultura también. 

Valentina: Más allá de que sea en un contexto de museo de arte contemporáneo, o en una favela, o en cualquier lugar para habitar. 

Sebastián: Entonces uno como arquitecto o diseñador tiene que tener esa responsabilidad social para con lo que le toque trabajar. 

Sofía: ¿Hacia dónde piensan que se podría o tendría que re dirigir la educación universitaria en arquitectura considerando el mundo que vivimos?

Sebastián: Primero dejar complejos intelectuales de lado. Entender lo que, para mi, es el mundo de hoy: que la diversidad enriquece, que diferentes formas de ver la arquitectura y pensarla enriquecen al otro a pesar de que uno no haga lo mismo, entender que hay distintas corrientes, distintas formas de pensar, y ninguna está bien ni mal, sino que la gente está tratando de hacer cultura, ser contemporáneo, generar pensamientos, formas de vivir, de habitar, y creo que el respeto mutuo haría que la comunidad creciera y no sea algo que discriminen.

Valentina: Si, que una disciplina no coarte la otra por fundamentalismos. Nos egresamos en la Universidad de Mendoza e hicimos con años de diferencia el mismo posgrado de Arquitecture Association en Inglaterra, y ahí está bueno el ejercicio de debate y de información que se plantea desde el principio. Y no en el marco de la competencia, pero con mucha info la gente debate abiertamente y son contextos muy enriquecedores. Es algo que está bueno para incorporar en cualquier contexto. Realmente se forma una comunidad grande de arquitectos, de gente muy diferente que esta muy buena. 

Sebastián: Podes decir esto de mi lado, de mi experiencia no está bien, no está mal, iría por acá… pero a la vez aceptar que muchas cosas han cambiado y lo que han hecho es abrir puertas no cerrarlas. Han abierto opciones, mundos, formas de pensar, formas de generar espacios que salen de lo que se ha visto en toda la historia. Entonces es un momento importante para mí en la arquitectura y no sabemos dónde va a terminar eso. Toda esa transformación hay que abrazarla, acompañarla, con los elementos importantes del mundo de hoy. 

Valentina: Por eso empezamos la charla diciendo: no es algo que tiene que ser, son los drives que cuando empezamos el estudio dijimos ¿qué es importante para nosotros y qué debería contemplar cada uno de los proyectos que planteamos? Y no es algo absoluto, fue poner sobre la mesa qué era importante para cada uno y eso trazó la línea de para qué lado iba OF. Studio. Y los proyectos que vinieron después fueron dando fe de esa forma, no quedó en un plano abstracto. 

Sebastián: Dentro de nosotros mismos, ambos somos diferentes y tenemos intereses distintos, y dentro del estudio eso convive en armonía para algo mejor, que suma. Eso es lo que intentamos, no siempre todo es conciliación hasta llegar a ciertos lugares que llegan a un resultado superado.

Sofía: ¿Qué sienten que fue lo que los hizo encontrar su propia poética en la arquitectura?

Valentina: Los drivers que uno traza, intentando que los conceptos que llevamos a cabo no sean en la etapa del concepto nada más sino tener un compromiso con el concepto hasta el final de la obra, hasta terminar la entrega o aplicarlo en todos los aspectos que sea posible, ya sea desde lo geométrico o hasta el approach con el terreno, o hasta la materialidad, hasta como se va a vivir, transitar y percibir. 

Otra de las cosas que es muy importante es que lo que hagamos, más allá de que responda a las necesidades o a la cultura de dónde está emplazado, para nosotros es muy importante que responda al tiempo que corre. De la forma que sea sentimos la responsabilidad como arquitectos jóvenes de este momento que se entienda que nuestra arquitectura se hizo en este momento con la tecnología que tenemos, y que responda a este momento. Es un compromiso. Que cuando lo vean en unos años, realmente no estemos haciendo arquitectura de otro momento. Y en ese medio es muy importante para nosotros generar nuestro lenguaje, tener un lenguaje que nos identifique, un lenguaje propio. Más allá de que los clientes y las expectativas puedan ser diferentes, siempre tratamos de encontrar puntos medios en donde responda a todo lo necesario pero manteniendo la identidad que buscamos. 

Sebastián: Y ese lenguaje propio no es un lenguaje solo nuestro. Muchas veces con el cliente también es una conversación, porque hay intereses dentro de esos clientes como si vos me dieras un texto y yo lo tengo que interpretar. Es una interpretación de necesidades, gustos o formas de ver. Ese lenguaje nuestro también es un lenguaje colectivo que se va nutriendo de la persona con quien vamos trabajando, entonces es una mega posión. 

guest
0 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios